sábado, 18 de agosto de 2012

Mi cuerpo es mi lectura

Compartir con mi nieto me ubica frente a dos importantes referentes: la oportuna explosión emocional ante lo que lo hace infeliz y su total confianza para entregarse a lo que disfruta.
Tanto en una exaltación de alegría como en una rabieta infantil, en las que la voz altisonante se une a los zapateos, revolcadas y retorcijones, son una magnífica oportunidad para comprender la simbiosis entre la emoción y el cuerpo. 
Todo aquello que he dejado pasar en el ámbito emocional se ha adherido como chatarra magnetizada a mi cuerpo, pues a lo largo de todas y cada una mis células se repiten informaciones sin depurar, convirtiéndolo en el libro de mis secretos. Ahí están almacenadas mi lágrimas contenidas, los límites que deje traspasar y el reclamo jamás explícito ante la injusticia de la que fui objeto.
Mi cuerpo es mi lectura de mi misma. Lo que me duele, lo que resiento son señales que se van recrudeciendo a medida en que entro en contacto con personas o experiencias afines y disímiles. En ambos casos se activa mi carga emotiva, porque como expresión de la vida que soy me encuentro con circunstancias que me ponen a prueba para establecer si aún me engancha lo dramático o si estoy en posibilidades de asumir la experiencia sin resistencia.
Me tomo mi tiempo y en la costumbre de seguirme a mi misma, de observarme, decanto. Palpo con afecto mi propia materia, agradezco lo que está escrito ahí para mi aprendizaje y lejos de buscar culpables, incluyéndome, emprendo la búsqueda de las asociaciones que mantienen el pasado en el presente. Me oriento sabiendo que nada es personal y que la solución está en mi. Si una propuesta me genera dudas, mi respuesta es negativa. Si una situación me incomoda, me salgo de ella. Si una relación perdió la aceptación, tomo distancia.
Busco de acuerdo a lo que se, lo que he aprendido y me apoyo en la confianza en mi misma, la que soy ahora, lo que obtengo de mi propio corazón que me muestra la perfección de SER y mi capacidad de vivir mi autenticidad, de auto gratificarme en mi decisión indelegable de hacer sólo lo que deseo y me trae felicidad. Segura de mi propia importancia y con la claridad para comprender que aquello que me quita el bienestar interior, es imposible de decidir y de hacer. Gracias.


La paz es conmigo, la paz es con todas.

viernes, 17 de agosto de 2012

Cubios a la Triana

Cubios, gengibre, mantequilla, cebolla roja.
En esta preparación comí por primera vez Cubios y lo hice en casa de G. Triana, de ahí la denominación de esta receta. Los Cubios son un alimento ancestral de la cultura cundiboyacense, tierra de los mhuysqas.

Se corta la cebolla en aros, se raya el gengibre y los Cubios se parten en rodajas lo mas delgadas posibles. 
Una vez que se derrite la mantequilla se agregan el gengibre y la cebolla que se deja caramelizar.




Se adicionan los cubios y se cocinan hasta que estén blandos.

jueves, 16 de agosto de 2012

Elijo lo que siento

y para resolver mi caos interno me quedo sólo con lo que me satisface, aquello que perpetua mi estado de felicidad, mantiene mi apertura de amar y facilita mis momentos creativos.

miércoles, 15 de agosto de 2012

Galería: Lo sembrado

 
 La siembra de este 2012 se desarrolla plenamente, gracias a las lluvias que han sido constante. Los sembrados de Maíz y de Habas auguran una buena cosecha.
 
 De igual manera la zona de hortalizas, que en esta ocasión se organizó un espacio vacío en medio de la reforestación tiene un buen desarrollo. 

lunes, 13 de agosto de 2012

Conectar el útero con el pulso de la Tierra

Convocadas por Paola, quien en el día 12 de Agosto, facilitó nuestro encuentro con el pulso de la Tierra, formamos un círculo y nos colocamos cada una frente a un vela de color blanco, rojo, azul o amarillo, de acuerdo con nuestra preferencia.


Luego de dotar de nuestra energía a la vela fuimos una a una al centro para encenderla con la de Paola.



Nos sentamos y comenzamos un maravilloso viaje imaginario que se concretaba con las palabras de nuestra guía y a través de las cuales hicimos conciencia de nuestro útero para asociarlo concibiendo un árbol que crecía y daba frutos a medida que recorríamos nuestro propio cuerpo y el centro de la Tierra con un paso constante donde la respiración y la sonrisa eran el compás de nuestro ritmo.
Concluimos entregando la vela que nos acompañó a nuestra compañera del lado izquierdo y bebiendo agua de los dos vasos que durante el ejercicio estuvieron en el centro del círculo.
De manera complementaria Esperanza nos propuso escribir en cuatro papeles de diferentes colores los poderes femeninos que considerábamos importantes destacar y que  luego expresamos verbalmente. la intuición, la fertilidad, la magia, la medicina, el amor, el perdón, la creatividad, la paciencia, la enseñanza, la seducción, la maternidad, fueron entre otras las características que enumeramos.



Los papeles se anudaron con un pedazo de lana y se ataron a un Aliso, que permanecerá engalanado con los poderes femeninos hasta que el clima lo determine.
Por último y en homenaje a todas nosotras y a la madre de María Emilia, por quien meses atrás sembramos un Ciro, nos reunimos alrededor del árbol y Esperanza nos cantó esta hermosa canción:
ALAS DE LIBERTAD  de INCA
Las alas de mi alma/ abiertas están… (bis)/ para recibirte oh señor…/ Las alas de mi corazón abiertas están/ ven ven ven ven ven ven ven ven/ Espíritu Divino ven ven ven./ Las alas de mi mente abiertas están (bis)/ Libértame libértame, Oh mi Señor… / Yo grito en lo profundo de todo mi ser/ ayúdame a sanar Oh mi Señor!/ Ave María Madre de la creación… (bis)/ oh Madre ven a calmar mi dolor… / Las alas de la libertad abiertas están… (bis)/  elévame, elévame/  recíbeme Oh mi Señor./ Se ha acabado el tiempo del miedo aquí estar (bis) / vete ya, vete ya/ aléjate, aléjate/ quiero vivir mi vida servirte Señor. / Yo lloro, mi alma llora yo siento el dolor (bis)/ ayúdame, sáname/ por los errores de mi vida yo pido perdón. / Agradeciendo la vida en todo lugar… /ilumíname, ilumíname/ con tú fuego sagrado guíame.
Gracias Ana María, Amparo, Celeste, Consuelo, Esperanza, Fabiola, Heidi, Luz, Luz Marina, Matilda, Paola, Princesa y Tita.