sábado, 24 de marzo de 2012

Espejito, espejito...

En mi niñez participé en Al banquillo, un juego que consistía en que un miembro del grupo se sentaba en una silla, trono, y ahí escuchaba sin modular palabra alguna el ajuste verbal de cuentas que todos le pasábamos: Usted me dijo que fulano... usted mintió cuando.. usted le quitó...  era un ejercicio despiadado y humillante que tenía las mieles de ver a quien estaba en turno derrumbarse por el peso de las etiquetas que le íbamos colgando. Ese placer subsiste y nos alarga la sobremesa con los cuestionamientos de siempre sobre el gobierno, el costo de la vida, lo que hizo o dijo aquel...  
También fue en esa época que escuché por primera vez la palabra egoísta, cuando me negaba a prestar una de mis prendas, un juguete o a hacer lo que alguien mas deseaba que hiciese. Ahora se que el egoísmo es realmente presionar para que los demás actúen de acuerdo a mis deseos, transgrediendo los suyos.
El juicio y  el sacrifico fueron los hábitos que crearon el ideario social de las interacciones humanas. Ambos me sacaban de mi misma, obligándome a tener al otro como modelo, tanto para criticarlo como para ensalzarlo.
La reconversión de estas dos costumbres va  pareja, ya que dejo de escuchar o hacer críticas cuando centro mi atención en mi y me amo de tal manera que soy mi prioridad. Esa decisión implica que conozco y satisfago mis necesidades primero que todo, concentro mi energía para manifestar mis sueños y me  relaciono equilibradamente. Soy capaz de decir no y rechazar los juicios de valor que quieran endosarme, sin sentirme culpable. 
Así, cuando en mis relaciones uso el espejo es para verme a mi misma: espejito, espejito, ¿dónde tengo lo qué me afecta?. Se que cada persona con la que establezco contacto me muestra algo de mi y es a ese reflejo que le presto atención. Soy yo el referente único, porque en la medida en que exista claridad sobre mis motivaciones y requerimientos, mi interacción con otros estará libre de malos entendidos y tendré tiempo suficiente para crear lo que deseo vivir. 
Hago sólo lo que me hace feliz y así estoy en condiciones de dar felicidad, ya que es lo que SOY.
 La paz es conmigo, la paz es con todas.

viernes, 23 de marzo de 2012

Rollos de primavera




Su frescura los hacen una entrada perfecta o parte del menú para llevar cuando nos reunimos a un día de campo. 
Son una comida del Oriente y es más usual encontrarlos fritos.
Esta es la preparación que me gusta y la registro gracias a la colaboración de Paola.

Zanahoria, dátiles, semillas de girasol, germinados de lenteja y frijol mung, agua y hojas de arroz.
 Se lava, se pela y se raya la zanahoria. Se agregan los germinados.

 

Se cortan los dátiles y las semillas. Se incorporan con la zanahoria y los germinados.

Se doblan y colocan sobre la fuente para servirlos. Se acostumbra acompañarlos con una salsa de soya o chutney.

jueves, 22 de marzo de 2012

Bolsas de mercado

Antes de los años setentas cuando se realizaban compras lo común era llevar en qué empacar. Se usaban canastos y bolsas del mandado que se fabricaban, en general, con materiales naturales. Aquí el mas usado era el fique.
Luego los almacenes y supermercados introdujeron el uso de bolsas plásticas desechables gratuitas y desde ese entonces es el elemento más presente en los basureros, desagües, ríos y mares. Se dice que por minuto usamos un millón de bolsas plásticas.
El elevado consumo momentáneo de estas bolsas afecta los ecosistemas. Primero por su larga duración. Se calcula que se necesitan 450 años para que desaparezcan. Segundo, porque cerca de 200 diferentes especies marinas, como ballenas, delfines, focas y tortugas, mueren a causa de las bolsas plásticas cuando se las comen o se enredan con ellas.
Por las razones expuestas en el 2002 Irlanda las prohibió y en el 2007 la ciudad de San Francisco, Estados Unidos, hizo lo mismo. En Alemania, Bangladesh, China, Dinamarca, Holanda, Islandia, Italia, Ruanda y Suecia las bolsas de plástico las ha de comprar el consumidor.
Nosotras usamos canastos y bolsas de mandado, ya que aplicamos la máxima: entre menos basura recibimos, menos requerimos tirar. Y así habrá mas aire, agua y suelo limpios, ya que menos por menos siempre es mas.
Foto de Cristina Umaña 

miércoles, 21 de marzo de 2012

La Huerta Orgánica, una opción sana para comer



Hace un tiempo me contaron que mi colega Silvia de Dios se había especializado en comida vegetariana Gourmet y desde ese entonces tenía la curiosidad de probar lo que había aprendido, hasta que hace poco llegué a su restaurante La Huerta Orgánica. 
Es un lugar pequeño y muy acogedor. ¡Me gustó desde que entré! Me atendió su socia Marysin Buendía, una mujer encantadora a la que se le siente el amor por su negocio.
Me contó que su interés por lo orgánico empezó hace 9 años también con restaurante y mercado de productos importados y que luego se unió con Silvia. Las dos crearon este  lugar, para los que buscamos una opción sana cuando andamos por la calle.
Ese dia llegamos muy temprano a almorzar por lo cual nos atendieron a nuestras anchas. Mi pequeño se comio una lasagna bolognesa y yo una sopa de tortilla Mexicana. El postre fue torta de jenjibre, sencillamente espectacular!

 La comida es deliciosa, Silvia es una gran Chef y me llamó la atención que en su carta hay unas fantásticas opciones no vegetarianas para los que aún sucumbimos a las debilidades de la carne.
Confieso que soy adicta al pollo rostizado pero lo he dejado de comer por la cantidad de hormonas que trae. La buena noticia, que me dio Marysin, es que aquí lo venden y es un pollo feliz, criado en el campo, con espacio sin estrés y sin hormonas!
Salí de allí con un pequeño mercado de té, pasta de quinua, lentejas rojas, ghee, leche de arroz y jabones para la cara, todo 100% orgánico .
Muy feliz de encontrarme con un lugar como La Huerta Orgánica, ya queda en mi lista de opciones para cuando coma fuera de casa.
Cristina Umaña





La Huerta Orgánica. Calle 95#11a -24. Tel 6218026
Mas información: marysinb@hotmail.com

martes, 20 de marzo de 2012

Galería: Siembra cundiboyacense

 
Llueve y es cuando hago una vez al año la siembra cundiboyacense. Planto tubérculos: papas, cubios e ibias, leguminosas como haba y arveja, y maíz, que es un cereal.
Las labores de siembra son de mínima intervención. Una semana antes se prepara la tierra? Cuento con  la ayuda de la señora Aura en las tareas de rozar la hierba y abrir los huecos.

                                     

Las semillas, que son el alimento ya germinado o  seco, las coloco primero 24 horas con agua en la que diluí uno de los biofertilizantes que preparo. Les quito el agua y los dejo secar a temperatura ambiente.

 
En esta oportunidad el abono lo trajo don José. Es el estiércol de las vacas de su pequeña ganadería de leche.
 


En cada hueco coloco primero el abono, luego tres o cuatro semillas y lo tapo con la tierra.

 


Menguante es el momento de los tubérculos y cuarto creciente el de las leguminosas y el cereal, porque en el primero la savia está abajo y favorece lo que crece debajo de la tierra y en el segundo, se encuentra arriba y potencia lo que crece alto. 


lunes, 19 de marzo de 2012

Vivo lo que miro

Hay belleza a mi alrededor y el augurio cumplido 
de la lluvia que necesito para sembrar. Gracias.